Código de Conducta aDeSe para la adquisición responsable de videojuegos
Su objetivo es orientar a los padres, desde la propia industria del videojuego, para favorecer el correcto consumo entre los menores de edad
- La guía de Conducta aDeSe muestra el compromiso de la industria del videojuego con la sociedad y, en concreto, con la defensa y protección de los derechos del niño.
- Con objeto de ayudar lo máximo posible a los padres y de facilitar la correcta elección de videojuegos orientados a menores de edad, aDeSe recoge en esta guía una serie de consejos básicos para su adquisición y consumo.
Madrid, 27 de diciembre de 2005 .- aDeSe ha elaborado la presente guía como muestra del compromiso de la industria del videojuego con la sociedad y, en especial, con la defensa y protección a los derechos de los niños y a la infancia.
El objetivo de la guía es orientar a los padres y educadores acerca de la correcta compra y consumo responsable de videojuegos orientados a menores. En ningún caso la industria entra a valorar el consumo ni los contenidos de videojuegos expresamente catalogados como aptos para mayores de edad al considerarlos como una opción de ocio para personas adultas dentro de las existentes en una sociedad democrática y plural como es la española.
Compra de videojuegos para menores de edad
Los videojuegos constituyen hoy en día un instrumento de ocio ampliamente demandado por niños y adolescentes, máxime en fechas de consumo elevado como son las Navidades. Como numerosos estudios ya han constatado, el uso de videojuegos, debido a sus especiales características de interactividad, contribuye al desarrollo de habilidades psicomotrices y puede favorecer la adquisición de conocimientos en el menor. Del mismo modo, al igual que ocurre con otro tipo de acciones y actividades, su práctica abusiva, o bien el consumo de contenidos inadecuados para su edad, pueden generar efectos negativos en el menor.
“La responsabilidad de padres y educadores es clara a la hora de favorecer el correcto uso de los videojuegos por parte de sus hijos, siendo responsables de su control, así como de la interacción con contenidos adecuados para su edad”, explica Carlos Iglesias , Secretario General de aDeSe. “Como producto de consumo en una sociedad plural, con libertad de expresión creadora, existen videojuegos para todas las edades y con una amplia diversificación de contenidos”.
Con objeto de ayudar lo máximo posible a los padres a la hora de desempeñar esta tarea y de facilitar la correcta elección de videojuegos orientados a menores de edad, aDeSe recoge en la siguiente guía de conducta una serie de consejos básicos para su adquisición.
- Identifique el producto que desea adquirir. Existen ediciones de sagas, o videojuegos de la misma familia, en las que cada videojuego puede estar catalogado para una edad diferente.
- Infórmese previamente sobre el videojuego que desea el menor . Qué tipo de escenas incluye y qué nivel de dificultad tiene. Como principal responsable, compre siempre lo que usted considere adecuado conforme a su juicio.
- Mire siempre el código PEGI. Todos los videojuegos presentan en la portada de la carátula la clasificación por edades. En la parte posterior generalmente aparecerán los iconos descriptores de los contenidos del juego, excepto en los videojuegos recomendados para la edad +3.
- Contenidos por edades. El descriptor que informa del contenido del videojuego es un indicador progresivo. A mayor clasificación de edad, mayor nivel de contenido definido por los descriptores. Por ejemplo, un videojuego +16 con indicador de lenguaje soez tendrá este tipo de lenguaje en mayor grado que un videojuego con el mismo descriptor y catalogado como +12.
- Videojuegos para mayores. Los videojuegos expresamente catalogados para +18 no son para menores. Pueden contener elevadas dosis de violencia, escenas sexuales y otros contenidos destinados a personas mayores de edad. El consumo de estos productos es una opción equiparable al resto de las existentes en el sector audiovisual (música y cine) para personas adultas. Su desarrollo por parte de las compañías se enmarca dentro de la libertad de creación artística; su consumo, dentro de la libertad individual de toda persona mayor de edad.
- Copias pirata. La compra de videojuegos piratas y en el top manta, más allá de sus implicaciones legales, puede constituir una compra de riesgo a la hora de garantizar la correcta clasificación de un producto.
- Bondades de los videojuegos. Es un hecho contrastado que los videojuegos contribuyen a desarrollar aspectos intelectuales y psicomotrices del niño. Pero es necesario actuar con prudencia y vigilar la adecuación de edad de los videojuegos.
- La trampa de algunas website en Internet. Existen en Internet simulaciones de videojuegos de las cuales la industria no es responsable. Son productos sin control legal, creados por individuos de manera espontánea y sin respetar códigos éticos.
- Videojuegos divertidos y de alto contenido pedagógico. Los videojuegos no están concebidos para educar, sino para entretener, en los márgenes de edad que establece el código PEGI. Si su interés se centra en el ámbito educativo, el mercado ofrece abundante material de este tipo.
- Control paterno. Recuerde que en las videoconsolas existe la posibilidad de bloqueo y control parental. Adopte también criterios responsables respecto a la limitación de tiempo, postura correcta, distancia ante la pantalla, alternancia con otros juegos, alternancia con el estudio, etc.
- Conozca el mundo de los videojuegos. Haga un esfuerzo, con el fin de conocer aquellos con los que juegan sus hijos. Procure también jugar con ellos. Esto le ayudará a comprender mejor sus factores de atracción, a valorar sus aspectos positivos, a mantener criterios más adecuados a la hora de comprarlos y, en definitiva, a conseguir una mejor comunicación en el entorno familiar.
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